“Si los juguetes le hicieran daño a un niño o a alguien, yo no los usará, porque ante todo soy un hombre de familia”, es el mensaje de Poleo para quienes se horrorizan
Jesús Alexis Poleo Díaz es un personaje citadino muy polémico, pues transporta hierro y materiales de construcción en un vehículo muy particular: un camión repleto de muñecas. Son muchos los rumores que giran en torno a la vida de Poleo, quien compartió varios detalles sobre sus experiencias y explicó la finalidad de la decoración característica de su camión.
Poleo lleva 14 años colgando muñecas en su vehículo de carga, desmintió que su costumbre se deba a prácticas religiosas ni políticas y acotó que en internet se inventan muchas cosas, uno de los rumores más famosos cuenta que mató a su esposa embarazada de dos niñas y desde entonces utiliza los juguetes para recordarlas.
¿Por qué cuelga las muñecas entonces?
“Las uso para llamar la atención, la única finalidad con la que tengo las muñecas es el vacilón. Es más, si hubiera sabido que iban a dar el resultado que han dado, las habría colgado hace 40 años atrás, porque tengo toda mi vida manejando”, declaró.
El origen
Desde muy joven, al también conocido como señor de las muñecas le ha producido un encanto particular ornamentar sus vehículos: al principio era una bicicleta, a la que le colocó unas persianas para que sonará al andar; luego tuvo un taxi, que decoraba en su interior con lacitos de regalo; y hacia una etapa más madura de su vida, tiene un camión abarrotado de juguetes.
Todo comenzó cuando Poleo encontró en un basurero por los alrededores del Hospital Los Magallanes de Catia una cabeza de muñeca, le pareció graciosa, la colgó y desde entonces se adueña de cuantas consiga, sin importar su estado. Cuando ya tenía unas cuantas, le empezaron a hacer donaciones. Llegó a tener 292 piezas, entre cabezas, piernas, manos y muñecas enteras.
Las impresiones
A la familia de Poleo no le gusta la decoración del vehículo, porque se presta a malinterpretaciones y les desagradan los comentarios despectivos sobre el camión y su chofer.
El también conocido como “el catire” en el 23 de enero, le advierte a sus nuevos clientes cuando los va a despachar que es el del camión de las muñecas. En ocasiones los ornamentos le promocionan el trabajo, muchas personas lo contratan por su peculiaridad. En otros casos, lo han rechazado porque califican al vehículo de carga de diabólico, satánico, lo llaman Chucky o de la muerte.
“Yo no podía entrar a Chacao, cada vez que iba me paraban, tanto que me mandaron a hacer una evaluación a ver si yo tenía problemas mentales” aseguró Poleo, quien además comentó que no entiende por qué es tan difícil creer que alguien quiera llamar la atención.
Por otro lado, algunos creen que la ornamenta tiene una connotación religiosa. Explicó que los santeros lo ven con malos ojos, porque dicen que esos juguetes atraen a los muertos, energías negativas y se usan para hacer brujería.
Los resultados
Desde que comenzó a transitar con las muñecas ha movido la curiosidad de los medios de comunicación, al principio la prensa le hacía varios seguimientos. Manifestó que era una competencia, cada diario sacaba una nota cada vez más grande. Luego se fueron interesando más medios, tanto impresos como audiovisuales y hasta internacionales.
El señor de las muñecas se ha vuelto tan famoso en la capital que el año pasado le realizaron más de cien entrevistas, entre ellas el canal HBO, que vino con un grupo de representantes de todo el continente a conocerlo para un documental del mismo medio. “Si así es ahora, imagínate cuando estaba nuevo el camión, era una sensación, porque es algo que no es normal”, acotó.
Además de la popularidad que ha adquirido el particular medio de transporte y su chofer, lo mejor que le ha dejado el vehículo a Poleo es su satisfacción personal: “Yo gozo un puyero con mi camión, libero el estrés durante el día, lo mejor de todo es que soy reconocido y es muy bonito que lo recuerden a uno, pero en bien, no en mal”, es la moraleja del personaje que muchos tildan con mala voluntad, sin conocer.
Periodismo 